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ERMITA DE LA SOLEDAD

      Es La Soledad una Ermita reducida, como un humilladero a la salida del pueblo, con su aspecto oriental y de casa árabe, con su imagen bendita de la Virgen de la Soledad del Calvario. Tres grandes cruces de piedra están colocadas sobre la pequeña Ermita simbolizando el peso del dolor que aguantó la Virgen María en la pasión del Señor la tarde aquella del primer Viernes Santo.

      El lugar donde se emplazó la Ermita era el Calvario, el término de un Vía Crucis que los arroyanos, tan devotos de la Pasión y los Dolores de Maria, recorrerían con sus oraciones y penitencias. Pocas cruces quedan ya de este camino; sólo se conservan íntegras las tres que situaron sobre la misma Ermita. El púlpito de la explanada está aun siendo testigo mudo de grandes concentraciones de fieles que oían la Palabra de Dios después de haber hecho sus penitencias. Esto es como un pequeño Palancar. Todo es pequeño y reducido, pero todo está completo.


La Soledad
La Soledad

      Fue el 11 de enero de 1631 cuando se dieron las primeras cuentas de la Ermita de la Soledad. Correspondían a los años 1526 y 27. Las rinde al Cura Párroco el vecino Francisco Carrillo Escribano por el clérigo Juan Holgado, ya difunto, del tiempo que fue Mayordomo de la Soledad y de las limosnas que encontraron en su poder. El bueno del clérigo Juan Holgado, con devoción y entusiasmo, se lanzó a la empresa de levantar la Ermita y el Calvario y tan plenamente lo consiguió que pasaron largos años sin que fuera necesario gastar nada en la Soledad. Apenas terminada su obra murió el clérigo con la satisfacción de haber hecho algo bueno y perdurable para Arroyo. El pueblo respondió generosamente a su llamada. Estos fueron los recursos que los feligreses pusieron en las manos de Juan Holgado para que levantara la Ermita, encargara la imagen de la Soledad, pusiera el Calvario y dotara todo lo necesario para el culto:

Limosnas de los tres barrios principales de la localidad........1.440´50 reales
De una condenación aplicada para la obra ..............................48´00 reales
De otras dos condenaciones...................................................33´00 reales
Donaciones que aumentaron los barrios o colaciones..............608´50 reales
Total.................................................................................2.130´00 Reales

      Las condenaciones eran las multas que, bien la iglesia o la Justicia, imponían a los transgresores y delincuentes. El presupuesto no es muy alto, pero lo recaudado es menor. No se desalienta Juan Holgado que cuenta y cuenta sus reales y no llegan. Se lanza a pedir de puerta en puerta a sus convecinos y saca del petitorio ciento noventa y seis reales. No es mucho, diría Don Juan, pero menos da una piedra. Dicen las cuentas, y sumaron bien, que "suma el cargo dos mil y ochocientos y sesenta y quatro reales y medio".

      Se hace la obra de la Ermita, se trae la imagen, se pone el Calvario y se pagan todos los gastos. Si no hay bastante con lo recaudado, lo pone el fundador Don Juan Holgado y en paz. Hora es ya de que los devotos de la Soledad soliciten donde convenga se rotule y nombre Plazuela de Don Juan Holgado a la de la Ermita de la Soledad.

      Sigue en los siglos posteriores la devoción y culto a la Soledad y en el XVIII llega a poseer varias fincas rústicas en Ejido de Entrambasaguas, en Parrado, en Valcajadillo y en el Saguazal. Vinieron las desamortizaciones y el enfriamiento devocional y cayó una verdadera catástrofe sobre la Soledad: La Guerra de la Independencia. Arroyo sufre como pocos pueblos la horrible tempestad del paso de los ejércitos franceses de ocupación. Todo lo asolan y destruyen a su paso. No sólo queman los franceses la imagen bendita de Ntra. Sra. de la Luz y destrozan su Ermita, sino que hacen lo mismo con la Soledad quemando la imagen y dañando su pequeña Ermita. Y es en el año 1826 cuando, pasada la tormenta de los franceses, se pone remedio a la sacrílega destrucción. Los gastos ocasionados por la total reparación ascendieron a 948 reales. Un famoso escultor de Acehuchal hace la nueva imagen de la Soledad por 500 reales, se puso puerta nueva a la Ermita, se compró una diadema para la Virgen y un delantal; se hizo una Fiesta solemne en la inauguración de la Ermita y de la imagen con el regocijo y alegría de los devotos.

      En nuestros tiempos los arroyanos dan gracias a Dios y a Nuestra Señora de la Soledad conservando una Ermita tan bonita y una imagen tan venerada como la Soledad.