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Virgen de la Luz |
La Adoración de los Reyes. 1´57 x 0´94 |
La Virgen, con el bello hacer de Morales, adopta una pose más solemne, acorde con la escena y la categoría de los personajes visitantes. El Niño, ondulante y nervioso, en ademán de bendecir a los magos, con la colaboración de la Madre. Los Reyes, con Melchor en primer plano, lucen vestiduras y regalos flamencos, propios de la fastuosa orfebrería germánica. Baltasar, el negro, destaca por su intensidad expresiva. De gran interés y calidad los grutescos en grisalla al recorrer la pilastra que centra la composición, bellísimos de traza y ejecución. Las manos de la Virgen y los Reyes, con la elegancia y finura de Morales, apareciendo la postura en la mano izquierda de María, de unir los dedos corazón y anular, separando el índice y meñique, postura frecuente en las manos renacentistas del siglo XVI como en el Caballero de la mano al pecho, del Greco.
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La Adoración de los Reyes
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