EL RETABLO DE MORALES

Titularíamos así, sencillamente, al Retablo Mayor de nuestra iglesia de Santa María de la Asunción. No es porque sea el nombre justo y apropiado del Monumento, sino porque es el motivo más determinante de todos los que se sienten atraídos por su belleza y valor artístico y, cuando nos visitan, dicen que vienen a ver los cuadros de Morales El Archivo Parroquial de la Asunción es la fuente principal de todos los datos, ya que en él se encuentran todos los pasos que se siguieron en su construcción. Seguimos, además, en nuestros comentarios los estudios recientes efectuados por los profesores Alfonso E. Pérez Sánchez y Florencio J. García Mogollón, así como el arquitecto dominico P. Aguilar y otros especialistas. Toda la grandeza y hermosura del templo parroquial parecen destinadas a ser el continente digno y apropiado de una joya maravillosa, el Retablo Mayor. El joyero que es la iglesia, quiso ser digno de la joya que es el Retablo. Retablo renacentista, quizás el más bello de toda Extremadura. Tienen los retablos una doble finalidad: Dar ornato y esplendor al altar y ser también libros abiertos de enseñanza teológica para los fieles. Para entender las homilías y los sermones sagrados bastaba con oír el sermón y mirar al retablo, que siempre es confirmación de la Palabra de Dios. Si los ciudadanos, hasta mejoran su calidad con la educación estética, y la juventud puede descubrir con ella valores más altos, apremia esta labor difusiva de nuestras bellezas. Intentaremos desarrollar brevemente ambas facetas de nuestro Retablo: Su hermosura y su gran valor didáctico.